Las autoridades literarias advierten:

Los textos contenidos en este blog pueden o pueden no ser un reflejo de la realidad. En caso de duda, evite tomárselos demasiado en serio o sacar conclusiones precipitadas.

El autor no se hace responsable del efecto que pudiesen causar sus textos. Tampoco se garantiza que los puntos de vista expresados en este blog sean coherentes, constantes o similares en algún sentido a los del autor.

Si tiene cualquier queja, pregunta, sugerencia o quiere expresar lo mucho que le pica un pie, adelante, comente.

31 de diciembre de 2011

Ni una canción desesperada

Perdernos en mares de gente, donde la música ahoga las palabras, para no enfrentarnos a nosotros mismos. Anestesiar nuestras mentes con ruido, golpes, alcohol y drogas hasta no sentir nada. 
Emborracharnos de amor, de poesía, de alcohol barato o de música ensordecedora. Bebernos las penas de un trago, descorchar esa última botella de ilusión olvidada en el armario, pedir otra ronda de risas para refrescar esas gargantas secas de tanto aburrimiento. Que no decaiga el ánimo, lo que sea por mantenernos en pie y olvidarnos de que el mundo arde ahí fuera. Una, dos tres, cinco, ocho o las que hagan falta. Con paciencia o con prisa. Con cuidado o sin él. Con ellos, con ellas, con todos, con nadie. No, con nadie no, contigo. Contigo hasta volver a rastras, hasta terminar en la cama, o en un rincón o en cualquier parte. Juntos. El resto da igual.

Uno más, uno menos, who gives a fuck?

4 de diciembre de 2011

Nos cedamus amori

Sin brillo y sin gracia, sin gloria ni vida. Cenizas. Secos esqueletos. Huesos sin carne, pájaros sin plumas. Fantasmas, sombras, rastros. Zapatos sin suela, árboles sin hojas. Espinas quebradas en playas vacías. Percheros abandonados en salas oscuras. Patines sin ruedas en suelos partidos. Violines sin cuerdas, payasos sin gracia, flores sin pétalos. Jarras volcadas en tabernas calladas. Escenario sin actores, marcos sin lienzo, libros sin palabras.

Personas sin amor.