Ese sonido, o algo parecido, hacen dos cosas cuando encajan, cuando se unen sin problema. Y, figuradamente, también suenan así en nuestra cabeza las piezas de un problema cuando se ensamblan y todo cuadra. Pero también las personas hacen "click" y encajan, a su manera. De manera suave, sin mucho alboroto, como a escondidas. Hasta que, de repente, te das cuenta de que ya no es uno y otro, ni siquiera son dos, sino mucho más. Encajan tanto por iguales como por diferentes, iguales porque son dos partes de lo mismo, diferentes porque se pueden aportar algo, lo que falta de uno lo pone el otro. Porque se ven a sí mismos en el otro pero también ven mucho más. Como entrar en una habitación familiar pero a la vez completamente desconocida.
Podría intentar poner en palabras que se siente cuando uno hace "click" con otra persona, pero sería como intentar describir que se siente al saltar en paracaídas, probar a definir el amor o tratar de explicar que te transmite una canción. Las palabras fallan estrepitosamente a la hora de comunicar sentimientos y sensaciones, sólo pueden ayudar a que los demás las recuerden. Hay cosas que si no se han vivido no se pueden entender.