Quizá cuando puede verse esta estupidez de manera más obvia y constante es a la hora de elegir pareja. En un abuso de racionalidad, lo más adecuado sería elegir a alguien de mentalidad y gustos similares, emocionalmente estable y con una personalidad compatible y que no genere problemas. Bien, que levante la mano quien se haya pasado la racionalidad por el forro y se haya lanzado de cabeza a lo que, a posteriori, era a todas luces una mala opción. Ahí quería yo llegar.
Cada uno es estúpido a su manera. Los hay con debilidad por las causas perdidas o por las personas rotas, los que caen por una personalidad fuerte. Los de los tópicos del cabronazo y la femme fatale. Los que se encandilan de esos espíritus fuera de la norma o a los que les pierden las personas tirando a locas. Para gustos colores. Mi estupidez personal son los misterios y las historias, personas que son como un puzzle a resolver o una historia a descubrir. O no. Ventajas de la estupidez: no es necesariamente constante.
La gente es estúpida, por suerte. La gente se deja llevar por sus emociones y deja la razón en un cajón; la gente no se piensa las cosas dos veces, muchas veces ni siquiera una; la gente es fan de un equipo de fútbol, creyente, vota y se enamora. La gente es irracional. Menos mal que a veces nos saltamos los no debería y los no es buena idea y cometemos estupideces. A fin de cuentas, es lo que le da un poco de color a este mundo tan gris.
Si es que no sé si es la estupidez o la ingenuidad, pero algo parecido a eso nos hace humanos y, al fin y al cabo... ¿Mejores personas?
ResponderEliminarMuy buen texto, Will. Un beso :)