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26 de febrero de 2014

La gente...

La gente es estúpida. Creo que más o menos ese fue mi primer pensamiento profundo sobre la humanidad: atajo de idiotas. Y en media vida no he cambiado de opinión. Lo he matizado, ampliado, pero en esencia sigo pensando lo mismo. La gente es estúpida, sí, pero eso no es malo. De hecho es esa tendencia a lo irracional lo que le da algo de gracia a la existencia. Si no fuésemos estúpidos seríamos predecibles y la vida, insoportablemente aburrida.

Quizá cuando puede verse esta estupidez de manera más obvia y constante es a la hora de elegir pareja. En un abuso de racionalidad, lo más adecuado sería elegir a alguien de mentalidad y gustos similares, emocionalmente estable y con una personalidad compatible y que no genere problemas. Bien, que levante la mano quien se haya pasado la racionalidad por el forro y se haya lanzado de cabeza a lo que, a posteriori, era a todas luces una mala opción. Ahí quería yo llegar.

Cada uno es estúpido a su manera. Los hay con debilidad por las causas perdidas o por las personas rotas, los que caen por una personalidad fuerte. Los de los tópicos del cabronazo y la femme fatale. Los que se encandilan de esos espíritus fuera de la norma o a los que les pierden las personas tirando a locas. Para gustos colores. Mi estupidez personal son los misterios y las historias, personas que son como un puzzle a resolver o una historia a descubrir. O no. Ventajas de la estupidez: no es necesariamente constante. 

La gente es estúpida, por suerte. La gente se deja llevar por sus emociones y deja la razón en un cajón; la gente no se piensa las cosas dos veces, muchas veces ni siquiera una; la gente es fan de un equipo de fútbol, creyente, vota y se enamora. La gente es irracional. Menos mal que a veces nos saltamos los no debería y los no es buena idea y cometemos estupideces. A fin de cuentas, es lo que le da un poco de color a este mundo tan gris. 

1 comentario:

  1. Si es que no sé si es la estupidez o la ingenuidad, pero algo parecido a eso nos hace humanos y, al fin y al cabo... ¿Mejores personas?
    Muy buen texto, Will. Un beso :)

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