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9 de septiembre de 2014

Banderas


A los que les duela la patria por mis palabras, mis más sinceras disculpas. Al resto, perdón por aburriros con política, pero estoy un poco cabreado.

Recuerdo una pegatina, hace años, que rezaba: "un patriota, un idiota", con una bota pisando la bandera nacional y varias autonómicas. Siempre me ha parecido una verdad bastante contundente. No hay nada más estúpido que enorgullecerse de gestas ajenas como propias. De la Transición para acá, la izquierda ha apadrinado las causas nacionalistas de los variados independentismos de este país. 

Que sí, que es muy romántico la defensa de "los pueblos oprimidos" y que era un mercado electoral muy jugoso. Pero tomar la causa de las elites de la alta burguesía regional, que siempre han buscado mayor autonomía fiscal (ergo política), politizarla como opresión al pueblo catalán/vasco/valenciano/gallego/castellano/etc. por una intangible "España", vendérsela a la masa y utilizarla como músculo político para la izquierda está muy feo. 

Que a ver qué coño pinta la izquierda, internacionalista ella en su mayor parte y defensora de clases, no de banderas, apadrinando a nacionalistas varios. Que no tiene ni pizca de coherencia que nos salga urticaria cuando vemos la bandera nacional y vitoreemos como si nada las autonómicas y la republicana (sí, la tricolor es tan nacionalista como la que más, que se os olvida). 

En fin, que será mi vena anarquista, pero me cabrea la gente con banderas, salvo que sean blancas o negras. 

Me cabrea la prostitución ideológica de la izquierda, últimamente más perdida que Colón, que parece que no tiene muy claro qué o a quién defender. 

Me cabrea que, ahora, nacionalismo/independentismo se asocie a izquierda. 

Y me cabrea que no os cabree. 

Hala, con Dios.

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