Las autoridades literarias advierten:

Los textos contenidos en este blog pueden o pueden no ser un reflejo de la realidad. En caso de duda, evite tomárselos demasiado en serio o sacar conclusiones precipitadas.

El autor no se hace responsable del efecto que pudiesen causar sus textos. Tampoco se garantiza que los puntos de vista expresados en este blog sean coherentes, constantes o similares en algún sentido a los del autor.

Si tiene cualquier queja, pregunta, sugerencia o quiere expresar lo mucho que le pica un pie, adelante, comente.

30 de enero de 2015

Lo siento

Lo siento.
Si no escribo reviento.

Algo me oprime
Me ahoga
Me asfixia
Las ganas de salir corriendo
Estampándose contra un muro de obligaciones
Creo
No sé
Quizá
El peso de un millar preguntas
olvidadas
Empujando por salir a la luz

No sé
Quizá
Los dedos de hielo de la incertidumbre
Agarrando con fuerza el corazón
Mi corazón
Que quiere latir, sentir, sufrir.
Vivir.

Quiere huir
Sin saber de dónde
Ni adónde



Quizá
No

Como una estatua, alta en un tejado.
Fija
Quieta
Pétrea
Que observa sin mover los ojos.
Que sueña, inmóvil,
Con poder bajar a la calle.
Y se debate:
Moverse y dejar de ser
De ser estatua
De ser ella
Quedarse y no ser
No ser más que estatua
Sólo una estatua.

Y ahogarse.

3 comentarios:

  1. A veces necesitamos huir de nosotros mismos, dejar de ser, morirnos un poco más a cada canción de nuestro cd favorito, ahogarnos. Tocar fondo, para así coger impulso hasta la superficie y renacer en una gran bocanada de vida.

    ResponderEliminar
  2. Me ha transmitido una barbaridad.
    Bienvenido a la realidad, supongo.

    ResponderEliminar
  3. Me alegra oír eso, la verdad.
    Gracias, supongo.

    ResponderEliminar