Caballeros, hagan sus apuestas. El juego ha empezado. Ya conocen las normas, se permiten cartas marcadas, barajas en la manga, soplos, amenazas, traición, armas de fuego. Procuren no manchar de sangre ni los naipes ni las fichas. Abstenganse los honestos y sensibles de corazón, los que no quieran tragarse sus principios, los nostálgicos del honor; este juego no esta hecho para ustedes. Recuerden que es imposible ganar, la cuestión es: ¿quién será el último en perder?
Disfruten del juego.
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